En Julio de 1985 un grupo de científicos e ingenieros de la UNAM y del IEE, en colaboración con la Universidad Estatal de Utah, desarrollaron un conjunto de experimentos en ciencia de materiales para ser efectuados en el transbordador espacial de la NASA. Este paquete de experimentos totalmente automáticos que contaba con su propia fuente de energía y computadora de abordo fue diseñado, construido y calificado para vuelo espacial en un tiempo record de 6 meses.
Los experimentos desarrollados fueron los siguientes:
A causa del accidente del Transbordador Espacial Challenger, en enero de 1986, este paquete de experimentos espaciales no pudo ser puesto en órbita. Un segundo equipo fue diseñado, mismo que contaba entre otros ensayos, con la medición de los cambios en la conductividad en rocas lunares ante la variación de la iluminación solar recibida, sin embargo, los problemas y retrasos de los Transbordadores de la NASA tampoco permitieron la conclusión de este desarrollo.